Yo como otros tantos decidí un día cambiar y pasarme a LINUX y, por cierto, que lo he conseguido.Los pasos que di fueron los siguientes:
- Comencé utilizando en Windows otro navegador y cliente de correo que también funcionasen en LINUX, dejando de lado Internet Explorer y Outlook Express. Me pasé a Firefox y Thunderbird. La lastima es que hay sitios que sólo funcionan bien con Internet Explorer, pues lo siento por ellos, yo no los visito.
- Seguidamente decidí dejar de lado el paquete ofimático de Microsoft pasandome al Openoffice que funciona en Windows y LINUX. Openoffice tiene la ventaja de que abre los archivos de Microsoft Office.
- Lo siguiente daba más miedo, instalar LINUX en mi ordenador. Tras probar varias distribuciones me decidí por UBUNTU por la magnífica comunidad que tiene en la que encuentras respuesta para todo. Con Ubuntu hice una partición del disco e instalé UBUNTU con Windows.
- Una vez instalado UBUNTU hice que Firefox y Thunderbird compartiesen perfiles en Windows y UBUNTU de tal manera que en uno y otro sistema operativo tengo los mismos marcadores, correos, contraseñas, etc. Además desde UBUNTU puedo acceder sin problemas al disco de Windows.
Es verdad que GNU/Linux no reconoce algún (cada vez menos) hardware, pero esto es algo que se está corrigiendo y también es verdad que no permite instalar todo lo que queramos y donde queramos (¿realmente es una pega?), pero esto es algo a lo que nos ha mal aconstumbrado Windows, de ahí la maldita degradación de este sistema al poco tiempo de instalarlo. Además, GNU/Linux prácticamente está libre de virus, algo que en Windows ya sabemos que es un diario y te obliga a hacer un gasto extra instalando un antivirus.